Por Claudio Abarca Lobos.
Manuel Rodríguez y Erdoíza fue abogado, diputado, secretario de guerra y hasta Director Supremo por un par de días. Pero ninguno de esos roles dejó su nombre marcado a fuego en el imaginario de los chilenos como sí lo hizo su rol de colaborador, incluyendo un período desde la clandestinidad, en el proceso independentista de Chile.
Fue un libertario, un convencido de la importancia de la participación del pueblo en el gobierno del país y un aventurero, pero no uno cualquiera: en él convergían una sólida formación intelectual y su increíble ingenio. Célebres son las historias en que se burló de sus perseguidores, disfrazado por ejemplo de fraile o de huaso.
Aventuras que contribuyeron a acrecentar la leyenda de este patriota y, sobre todo, a convertirlo en un hombre querido por la gente y cuyo nombre está muy presente en las artes y las letras. Ha inspirado, entre otras obras, novelas, monografías, piezas teatrales, poemas, retratos, series de televisión, una ópera rock y películas, como fue el caso de “El húsar de la muerte”, joya del cine mudo chileno y dirigida por Pedro Sienna.
En su natalicio (nació en Santiago el 27 de febrero de 1785), recordamos cuatro canciones que lo tributan y que consideran creaciones de Patricio Manns, Vicente Bianchi sobre versos de Pablo Neruda, Violeta Parra y Los Chileneros.
“El cautivo de Til Til”, de Patricio Manns; canta el grupo Aquelarre
“Tonadas de Manuel Rodríguez”, música de Vicente Bianchi sobre versos de Pablo Neruda contenidos en su “Canto General”; cantan Silvia Infantas y Los Baqueanos
“Hace falta un guerrillero”, de Violeta Parra
“A Manuel Rodríguez”, de Los Chileneros
* La imagen que encabeza este artículo es una reproducción de una parte de la litografía de Luis Fernando Rojas donde se recrea el asesinato de Manuel Rodríguez, sucedido en 1818 luego de que Bernardo O’Higgins ordenara apresarlo.
* Leer la hermosa biografía de Manuel Rodríguez escrita por Guillermo Matta.