Por Claudio Abarca Lobos.
Una cosa es defender un modelo económico y ciertas ideas políticas más afines a la derecha, pero otra, muy distinta, es hacer apología del mal. Contra esto se rebeló el actor y director Alejandro Goic en el programa “Mucho Gusto”, de Mega, donde al ingresar Patricia Maldonado, prefirió retirarse del set, por considerar que no podía compartirlo con alguien que ha defendido el cometido de asesinos y torturadores de la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet. La situación se convirtió en una de las polémicas de los últimos días, incluyendo el ninguneo de la cantante devenida comentarista hacia el destacado actor, quien se exilió en Suecia tras ser torturado por el aparato represor de dicho régimen.
Ninguneo injusto y que no hace más que revelar la ignorancia de Maldonado. Goic, es bueno recordarlo, no es un aparecido y mucho menos un actor de segundo nivel en la escena teatral y audiovisual chilena. En estas líneas, queremos resaltar su trabajo como actor en cine y televisión, donde sus papeles han transitado muchas veces por el lado oscuro, llegando incluso a interpretar a drogadictos, extorturadores y curas pecadores. Sujetos cínicos, violentos y siniestros. Como nuestra historia.
En Emporio de Ideas, recordamos cinco de sus más notables actuaciones. Para que se sepa, se registre y no se olvide quién es Alejandro Goic.
“Volver a mí”: un alcohólico con un violento pasado
El segundo semestre de 2010, Canal 13 exhibió una de las mejores series que haya tenido cabida en nuestra pantalla chica: “Volver a mí”. La historia, producida sobre una idea original de María Izquierdo, muestra la difícil senda por la rehabilitación que emprenden personas que han recurrido a las drogas, el alcohol y otras sustancias por diversos motivos, y que convergen en una comunidad terapéutica fundada por dos médicos psiquiatras. Goic encarna a Felipe Cardelli, un alcohólico que guarda un oscuro pasado: como militar, participó en la represión ejercida por la dictadura encabezada por Augusto Pinochet. Una gran serie, muy bien escrita, con personajes bien desarrollados, donde Goic interpretó dio honestidad y profundidad a un controvertido personaje. Lo malo: que Canal 13 la haya exhibido tan tarde, pasadas las 11 de la noche los domingos.
“Carne de perro”: el infierno de un torturador
A sus propios fantasmas se tuvo que enfrentar Alejandro Goic en “Carne de perro”, película de 2013 de buena recepción en la crítica y festivales, y que narra la historia de un hombre que fue torturador en la dictadura militar. Un sujeto complejo, perverso, muy necesitado de afecto y que guarda un tremendo infierno por dentro. La propia historia de Goic, así como su alma herida y su cuerpo, son puestas al servicio de un relato desolador e infame.
“Secretos en el jardín”: la ambigüedad de un sujeto oscuro en el Chile de los años ochenta
Caso raro el de “Secretos en el jardín”, telenovela de 2013 y 2014 que, a diferencia de la mayoría de las obras de este tipo en la televisión chilena, fue un thriller puro y duro, con un notable guion, que exploraba sin manipulaciones ni clichés en la hipocresía y la violencia latente y patente en el Chile de principios de los años ochenta. Basado libremente en el caso de los psicópatas de Viña del Mar, tuvo a Alejandro Goic como uno de sus protagonistas. Goic interpretó a Carlos Cox, “Charlie”, el hijo de Klaus Cox, representado por Jaime Vadell. “Charlie” se muestra como un tipo violento, oscuro, que parece esconder deleznables actos, y al que Goic docta del nerviosismo, la ambigüedad y el misterio que el personaje demanda.
“El club”: un cura soberbio e impune en una Iglesia Católica podrida
Si hoy se exhibiera “El club”, la película que Pablo Larraín estrenó en 2015, probablemente sería uno de los mejores momentos para hacerlo (entendiendo por mejores los momentos oportunos). La Iglesia Católica, sumida en una de sus mayores crisis producto de los abusos sexuales cometidos por muchos de sus sacerdotes y el encubrimiento que se ha hecho de ellos, comparece en una de sus peores manifestaciones en esta historia de unos curas chilenos que viven en una casa cercana a una playa, adonde han sido enviados tras cometer distintos pecados y atrocidades. Jaime Vadell, Alfredo Castro, Alejandro Sieveking, José Soza -de breve aparición- y, desde luego, Alejandro Goic interpretan a los religiosos, que parecen más cerca de la incomprensión, la rabia y la rebeldía antes que de la redención. Hombres soberbios, crueles, violentos, alienados, impunes, que han abusado de su poder y que nos perturban. Goic, una vez más, se desenvuelve con energía y convicción en un papel hecho a su medida.
“Bala loca”: un periodista contra la corrupción de militares, políticos y empresarios
El lado oscuro de la fuerza vuelve a rodear a Goic en su estupenda interpretación de Mauro Murillo, el protagonista de “Bala loca”, miniserie transmitida por Chilevisión en 2016 y ganadora de varios premios. Murillo es un destacado periodista devenido comentarista de farándula y que vuelve al periodismo duro con investigaciones que lo sumergen en espurios manejos militares, políticos y empresariales, narcotráfico incluido. ¿Hasta qué nivel de crímenes puede llegar la corrupción por el poder?, ¿cuán amenazado puede sentirse un periodista por hacer un trabajo serio y profundo? Estas son algunas de las preguntas que surgen en la producción, un thriller político-criminal en el que Goic ofrece una intensa actuación, liderando con talento y aplomo a un gran elenco.
Excelente texto, muchas gracias.